Miles de pandilleros muy peligrosos se convierten a Cristo en El Salvador


La suma sobrepasaba los 1,600 pandilleros catalogados como peligrosos, le entregaron su vida a Cristo
en una prisión de El Salvador. 


Ciento de ex-criminales ahora pueden estar juntos y cantar alabanzas a Dios en el patio de la prisión,

"Aunque estamos presos nos sentimos libres, porque una vez que Dios abre tu corazón ya no hay marcha atrás", dijo Daniel Méndez, un ex miembro de la banda Salvatrucha.

Estos internos llegaron a Cristo gracias a la predicación de un pastor que lucia como ellos. Al comienzo eran unos cuantos, esos pocos convencieron a otros y estos a otros más y, tres años después, el penal entero es de "ovejas" de Jesucristo, el Buen Pastor.