Ex delincuente visita cárceles para predicar el mensaje del Evangelio!!!



Un ex delincuente, con un registro amplio de crímenes, dejó de delinquir cuando entregó su vida a Cristo. Ahora, visita distintas prisionespara compartir el Evangelio y contar sutestimonio de su conversión.


John Lawson, con 49 años de edad, es unmisionero británico que viaja por las ciudades de Estados Unidos visitando las cárceles, donde cuenta cómo Dios le dionueva vida.

John empezó su vida criminal a los 13 años con pequeños robos en las calles de Birkenhead en Inglaterra. Años después, se trasladó a Estados Unidos para estudiar en Boston, Massachusetts, donde también continuó robando.

Cuando John tenía 19 años, comenzó a trabajar en las puertas de un club, robando a los turistasque frecuentaban las tiendas de la zona. Después de ser detenido por la policía, el joven fue llevado de vuelta a Inglaterra, donde se unió a una banda de motociclistas.


Su segunda estancia en prisión fue marcado por un secuestro, que él hizo durante la apertura de una tienda. "Estaba viviendo por encima de la ley", recuerda Jhon.

Sin embargo, su última detención fue el paso para un cambio de vida. Mientras John estaba planeando un nuevo secuestro en España, fue detenido por intento de extorsión. Sus bienes fueron confiscados y fue enviado a la cárcel.

Después de meses de ignorar las invitaciones para formar parte de los estudios bíblicos dentro de la prisión, John decidió robarle a los cristianosallí. "Fui al grupo de estudio de la Biblia sólo para robar las galletas que allí repartían. Sabía que los cristianos cierran los ojos cuando oran y quería aprovechar esa oportunidad", dijo.

Mientras esperaba el momento adecuado para "atacar", escuchó el mensaje sin querer y cuando escuchó las alabanzas, tocó su corazón y comenzó a llorar. Esa noche, cuando abrió la Biblia en el libro de Ezequiel 33:19, le inspiró para cambiar: "Y cuando el impío se apartare de su impiedad, e hiciere según el derecho y la justicia, vivirá por ello". En ese momento se arrepintióde sus pecados y entregó su vida a Cristo.

"Estaba sentado en mi celda, y era como si estuviera mirando en un espejo. Yo sabía que era yo. Yo era el hombre malo", recuerda.

John sigue frecuentando las prisiones, pero ahora para hablar del gran amor de Jesús, y comparte su historia de vida.