Dante Gebel rechaza oferta millonaria!!!


"IN-CRE-I-BLE!!!

Me escribe un Ministro y me dice que sintió que yo debo aceptar su invitación para visitar su país y ministerio; afirma vehemente que "Soy el hombre que tiene una Palabra para entregarle a el y a su Iglesia".
Me excuso muy educadamente, y como yo no he sentido nada, le explico que estoy enfocado en River Church y en nuestras propias conferencias de ADN o "A Corazón abierto"; que casi ya no acepto invitaciones desde hace varios años, por razones de tiempo y agenda. También le digo que si llegara "a sentir" lo mismo que el, no dudaré en comunicárselo.
Me insiste y me ofrece literalmente una fortuna para que acepte. Le vuelvo a explicar que no se trata de dinero.
Dice que puedo quedarme una semana extra en un hotel de lujo, frente al mar o que puedo llevar a quien quiera conmigo; y le explico que normalmente viajo solo y que yo puedo pagarme mis vacaciones, que muchas gracias, de igual modo. Y le vuelvo a explicar lo de la agenda y mi enfoque. El es también un predicador y se que lo comprenderá; supongo que lo mas probable es que no logré explicarme bien, así que lo vuelvo a intentar, con otras palabras.
Me vuelvo a disculpar por no poder aceptar su gentil invitación, pero le agradezco profundamente que me haya tenido en cuenta.
Ahora como si se tratara de una subasta, dobla su ofrecimiento y sin perder la amabilidad, le vuelvo a explicar que no puede comprarme con dinero, que soy un hombre rico en el mejor de los sentidos, que tengo la vida resuelta y que no me tentará a cambiar de opinión ("Rico no es el que mas tiene, sino el que menos necesita", aplica a mi vida).
Me dice que "ya lo anunció por la fe, a toda la congregación". Le respondo que no debe anunciar nada "por la fe" que involucre a otras personas. Que primero debe invitarme, yo debería aceptar, y luego puede anunciarlo, como debe ser en cualquier ministerio serio, acá o en la China. Confieso que me siento un poco incómodo y algo molesto, porque se supone que ahora yo quedaré mal con la gente que cree que alguna vez acepté la invitación de este hombre y la estoy cancelando arbitrariamente.
Ahora su próximo correo llega con decenas de maldiciones y exabruptos; y así que como en su primera carta "Dios le dijo que yo sería una bendición para su Ministerio y nación", ahora "Dios le dice que una horrible maldición caerá sobre mi, que arderé en el infierno, que el tenía razón al pensar que yo era un apóstata, un falso profeta" y un montón de improperios más.
Como un magnate del Oriente que no logra comprar sus caprichos ni aún ofreciendo sus mejores camellos, ahora me declara la guerra y me maldice con el mismo ímpetu que hasta hace un rato me invitaba a pasar tiempo con su familia y congregación. De héroe a villano en un intercambio epistolar de no mas de tres o cuatro correos electrónicos.
Cierro la conversación, lo bendigo y en privado le pido al Señor que nunca permita que mis pies dejen de tocar la tierra.
Oro para que nunca caiga en la "hoguera de las vanidades" de estos hombres que viven en su propio planeta apostólico.
Que Dios me de de su favor para nunca perder la cabeza y pensar que todo el mundo debe bailar a mi ritmo y que cuando no lo hace, es porque merece el infierno.
Que Dios nos haga ver que cuando hablamos de "dos puntos de vista" no se trata "del nuestro y el equivocado".
Dios siempre nos de lucidez para saber que hay vida mas allá de nuestro ombligo.
Dios nos libre, amigos."