La destitución de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, está siendo dirigida por un cristiano pentecostal y presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha.
Algunos dicen que la influencia evangélica está aumentando en el interior del país tradicionalmente católico.
La historiadora brasileña, Karina Bellotti, de Christian Science Monitor dijo que "durante el último rollo de votación para continuar con el proceso de juicio político en la Cámara baja, varios políticos dedican su voto 'para Dios'".
"Algunos de ellos eran católicos, pero la mayoría era evangélica, de las iglesias pentecostales", agregó.
Se estima que el número de pentecostales en Brasil es de aproximadamente 45 millones.
"Brasil está a la vanguardia de la tendencia mundial del cristianismo pentecostal", así como "el epicentro del cristianismo mundial, con la mayor población pentecostal", dijo Andrew Chesnut, autor de “Born Again in Brazil”, a CSM.
Reelecta en 2014 por un estrecho margen, Rousseff debería concluir su mandato en 2018, pero su desgaste político, la recesión económica y el escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, dieron forma a una crisis política que terminó paralizando su segundo gobierno, iniciado hace 15 meses.
Sus detractores de Rousseff la acusan de maquillar las cuentas públicas en año electoral, algo que ella desmiente alegando que incurrió en prácticas contables legales y utilizadas por sus antecesores.
Los críticos también sostienen que ella tenía déficits que contribuyeron a la peor recesión del país desde la década de 1930.
La Cámara de Diputados votó el domingo a favor del juicio político. La medida ahora se encuentra en el Senado y se decidirá a mediados de mayo.
Se necesita una mayoría simple de votos de los senadores para aprobar un juicio, y Rousseff sería suspendida por un máximo de 180 días.
Durante ese tiempo, el vicepresidente Michel Temer, un libanés-brasileño cristiano, se haría cargo del país.
Pero el líder de juicio político, Cunha, también está bajo presión después de que su nombre apareciera en los documentos de los Panamá Papers divulgado recientemente. Una encuesta de opinión muestra que un 77 por ciento de la gente cree que él también debe ser acusado.