Hace un par de años, una pequeña aldea china hizo algo sorprendente: setenta familias decidieron adoptar a todos los niños que vivían en un orfanato cercano. Un hombre usó eso como modelo y ahora el gobierno chino lo ha hecho oficial.
Durante 18 años, Robert Glover ha soñado con ver un millón de niños chinos saliendo de orfanatos locales, hacia familias amorosas.
Ese sueño se hace realidad en la provincia de Yunnan en China.
“Es tan notable lo que ocurre en esta aldea”, dice Glover.
Todo empezó hace unos años, cuando familias de la aldea Yang Jia decidieron cambiar las vidas de los niños en un orfanato cercano.
“Creo que lo asombroso es que empezaron a profundizar en el estudio de la Biblia y encontraron la porción sobre viudas y huérfanos y realmente les impactó. Eso es algo que la iglesia debe estar haciendo”, indica Glover.
Y estos no eran niños ordinarios.
“Los niños vivieron una vida difícil antes de ser encontrados por la policía y llevados al orfanato”, comenta Sun Yuan Jie, de Care for Children.
“Habían sido abandonados. Imagine ser abandonado en la ciudad a una corta edad y no tener a nadie que le defienda. Sabemos que cuando los niños no tienen esa fuente maternal desarrollan algún tipo de enfermedad mental, física e incluso fallecen”, precisa Glover.
Estos niños viven en un centro del gobierno chino, donde tienen una infraestructura y todo el espacio, pero…
“…no reciben ningún tipo de amor o cuidado familiar”, comenta Yuan Jie.
El equipo de Glover descubrió algo especial sobre la aldea.
“Las personas aquí dan sus corazones a los niños, los aman y se apoyan mutuamente”, dice Yuan Jie.
¡Eso es evidente cuando 70 familias empezaron a cuidar 170 niños!
“Todos los niños en esta aldea son del orfanato Kunming y 99 por ciento de ellos tienen dificultades físicas y mentales”, dice Yuan Jie.
Eso no les importó a los aldeanos. La mayoría de Yang Jia es cristiano y las familias sabían que esto era lo correcto.
“Es increíble porque creo que muchos de nosotros, al despertar cada mañana, lo primero que pensamos es en nosotros mismos. Estas personas se levantan y piensan en estos niños, es fenomenal”, dice Glover.
Su acto de amor tiene un impacto profundo… uniendo a la comunidad como nunca antes.
“Este es el sueño que se ha hecho realidad para mí, no solo ver a las madres y los padres, sino hermanos, hermanas, tíos, tías, familias extensas, toda una comunidad se une”, dice Glover.
Glover cree que lo que hacen las familias en Yang Jia debe ser un modelo de cuido para niños huérfanos y vulnerables.
“Quienes trabajan en los institutos de pronto van a pensar: ¡Voy a perder mi trabajo! Entonces hay una lucha allí. La mejor forma es decir que trabajemos dentro de la institución y volvamos a entrenar a algunos del personal, para que vayan con los niños a la comunidad como trabajadores de apoyo”, dice Glover.
Glover es el fundador de “Care For Children” o “Cuido Para Niños”, una organización cristiana que enseña a institutos gubernamentales cómo trasladar niños del orfanato a familias locales. Él dice que simplemente practica un modelo bíblico.
“Volvemos a ese punto: ¡Dios hizo a la familia por los niños!”, comenta Glover.
Hasta ahora, Care For Children ha colocado más de 300 mil niños chinos con familias a través del país.
“Los gobiernos se han dado cuenta. Los académicos se han dado cuenta. Una gran cantidad de ONG’s se han dado cuenta. Creo que es la iglesia la que está atrasada. La iglesia cristiana necesita despertar”, expresa Glover.
En 2003, el gobierno chino invitó a Glover y a su familia a mudarse a Pekín y presentar este sistema de cuido familiar en el país. Como resultado, el gobierno dio un paso histórico en 2014, al cambiar la legislación para declarar que “la colocación familiar es una alternativa positiva al cuido institucional”.
“Derramé una lágrima, porque tomó 17 años para que ellos cambiaran esa legislación. Requirió muchos niños transformados para cambiar la ley y creo que es increíble porque no se trata de mí, ¡es la fidelidad de Dios!”, dice Glover.
China dice que tiene 576 mil huérfanos, pero grupos extranjeros dicen que es casi un millón. Glover dice que muchas familias adoptivas son cristianas.
“No es de sorprenderse. ¡El avivamiento cristiano más grande en la historia ocurre actualmente en China! Hasta ahora, ocurre mientras colocamos niños con familias y no es de sorprenderse que las familias que se acercan sean cristianas”, precisa Glover.
Para las 70 familias en Yang Jia, la experiencia ha sido transformadora.
“Realmente los amamos como si fueran nuestros propios hijos y aman que seamos sus padres”, indica una madre adoptiva.
“Claro que hay retos, pero funciona para ellos. Las alegrías son mayores que los desafíos”, comenta un padre adoptivo.
Para los niños, ha sido igual de transformador.
Glover dice que las sonrisas aquí le recuerdan al sueño que Dios puso en su corazón para ayudar a transformar las vidas de niños en China.
“Lo que les damos a estos niños es una oportunidad de tener esa identidad, seguridad, amor y cuidado de una familia y comunidad”, concluye Glover.
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