Un grupo de evangélicos en la ciudad de Teopisca, en el estado de Chiapas, México, se ha quedado sin el servicio de agua tras no contribuir económicamente con una celebración católica.
Recientemente, los representantes de dónde los creyentes viven y los encargados de la festividad católica, se presentaron en las casas de los evangélicos para pedirles su cooperación y, en caso de negarse, les amenazaron con cortarles el servicio de
La familia del pastor de la Iglesia Maranatha y cuatro familias más se negaron a pagar la cuota de 200 pesos, tras lo que la autoridad local cumplió la amenaza dejándolos sin el servicio del agua. Aproximadamente 80 familias evangélicas pagaron para evitar el corte del servicio, ya que la amenaza incluía una multa de 4.000 pesos adicionales por la reinstalación.
El pastor Octavio Gómez señaló que la Iglesia Maranatha y sus feligreses habían sufrido en años pasados la misma presión para cooperar en la fiesta tradicional católica, sin embargo, no se habían atrevido a cortarles los servicios públicos.
“Teopisca, Chiapas, es una población urbana en la que podemos pensar no deben suceder este tipo de casos por las condiciones sociales modernas y los recientes talleres sobre libertad de culto, aunque probablemente dirigido a un público equivocado. La denuncia está en proceso”, explica Luis Herrera, coordinador de Organizaciones Cristianas en Chiapas.
En este estado del sur de México se producen, sobre todo en poblaciones rurales, abusos por parte de las autoridades locales, en connivencia con el catolicismo tradicional. En muchos casos los evangélicos son amenazados con cortes de servicio y expulsiones del poblado.
A pesar de ser un país con libertad religiosa garantizada en su Constitución, este tipo de abusos demuestra que la aplicación de la ley no siempre se tiene en cuenta, poniendo por encima la autoridad local. Por casos como este, la organización de defensa de los cristianos perseguidos, Puertas Abiertas, ha incluido este año nuevamente en su Lista Mundial de la Persecución a México.
Fuente: Mundocristiano