La vida del creyente comienza y termina con la fe. Es por la fe que fuimos rescatados de la muerte; es por la fe, que continuamos siendo purificados y santificados por Dios; y, es por la fe, que agradamos a Dios. Es importante entender que esta fe que tenemos, no proviene de nosotros mismos. Pablo en su carta a los Efesios dice: “Ciertamente la gracia de Dios los ha salvado por medio de la fe. Ésta no nació de ustedes, sino que es un don de Dios;” (Ef. 2:8 – RVC). En nuestra vida diaria, hay ocasiones en las que es difícil creer y tener fe. Especialmente, cuando pasamos por tiempos de adversidad. Es, precisamente, ahí cuando necesitamos tener fe. ¿Crees que Dios te va a sacar de esa crisis? ¿Crees que hay una solución para ese problema? Dios te dice, ¡SI!
Una oración de fe, implica orar, no sólo con la expectativa de que Dios te está escuchando, sino orar también creyendo que lo que estás esperando ver, Él ya lo hizo! Quizá no veas una respuesta inmediata; sin embargo, la fe afirmará en tu corazón la convicción y certeza de que Dios está obrando su perfecta voluntad en medio de tu adversidad. Si quieres empezar a orar con fe, repita esta oración:
Padre Bueno, ayúdame creer que para Ti no hay imposibles. Ayuda mi incredulidad. Aumenta mi fe para creer en tu inmenso poder. Especialmente, cuando estoy pasando por tiempos de estrés o simplemente tiempos de inseguridad; cuando estoy pasando por tormentas y tribulaciones; cuando me enfrente una montaña; ahí Señor, ayuda mi fe. Ayúdame no olvidar quien eres Tú.Tú eres Dios, el Todopoderoso. Tú no tienes igual. Eres el mismo ayer, hoy y para siempre. Nadie iguala tus obras. Ayúdame a creer que no hay problemas que Tú no puedes solucionar. No hay tormentas que Tú no puedes calmar. No hay valles de sombra de muerte que no me puedas ayudar a atravesar.Ayúdame, Padre Bueno, saber que para Ti, ¡NADA ES IMPOSIBLE! ¡Amén!
Si crees que Dios ya hizo la obra en tu vida, déjanos un comentario abajo. ¡Bendiciones!
Fuente: Aliento.com