Un administrador de Guangfu Iglesia, Mark, mencionó que la seguridad pública local y oficinas de asuntos religiosos le han hecho visitas frecuentes, pidiendo a la iglesia detener sus reuniones.
“Las constantes represalias por dejar de realizar reuniones vienen desde el 2015 pero, se detuvo durante tres meses pues las autoridades nos dijeron que podíamos reanudar las reuniones después del Año Nuevo.
Reanudamos las reuniones en febrero, como habíamos prometido pero, las autoridades de nuevo se acercó a mí y nos pidió que cerrara en marzo”, mencionó Mark.
El propietario que alquila el espacio donde se reúne la iglesia también se ha sentido las amenazas por parte de las autoridades.
En septiembre de 2015, según los informes, dijo que prefería pagar daños liquidados a seguir alquilando el espacio a la iglesia a causa de la presión de la oficina de seguridad pública.
Con la esperanza de aliviar la situación, Mark ha hecho varios intentos de petición en Beijing, sin embargo las autoridades se lo han impedido. En un intento el 30 de agosto de 2015, Mark fue detenido por dos docena de policías en el aeropuerto y obligado a regresar.
A pesar de los obstáculos, su pueblo sigue firme y fiel en la búsqueda de Dios, confiando en su creador porque de él es el poder.FUENTE